martes, 22 de noviembre de 2011
Arana
sábado, 5 de noviembre de 2011
Pues eso
Soy una cretina; lo soy (mucho) y lo asumo. Cuando una acepta estas cosas, es como si se las tragara y las digiriera y, oyes, sientan mucho mejor. La cosa no es nueva (para nada), pero cada vez me doy más cuenta de lo equivocada que estoy en la vida. No voy a seguir por este camino, porque la entrada sería interminable (y carezco de tiempo) porque a mi alemán no hay cosa que le guste más que interrumpirme cuando hago algo... si no hago nada (99% del tiempo), pasa de mí como de comer chirlas (un beso, mamá), pero como me vea tecleando (es mucho peor si estoy leyendo), tiene la absoluta necesidad de molestarme sin parar. Se lo comenté un día a mi madre y me dijo, con resignación, que a ella (y a las vecinas en general) les pasaba lo mismo que a mí y cerró la conversación espetándome que los hombres son así. No me atreví a preguntar qué piensa que soy yo... y no fue por vergüenza, sino por miedo a su respuesta.. Desde ese día escribo en femenino porque me sale del conejo, jajajajaja.
A lo que iba, que soy una cretina, porque a menudo, además de absurda, soy un poco altiva y me porto como una auténtica zorra. Este no fue del todo el caso, pero casi. Tuve la oportunidad de conocerte en persona, pero no lo hice. Te veía a diario, pero erais demasiados y no me interesé. Después un amigo me habló muy bien de ti y un día, por cosas de las redes sociales (jajajajaja), empezamos a chatear. Y me encantaste, por una espontaneidad apabullante y un sentido del humor salvaje.
En ese momento pensé que la vida es rara y que, a veces, por ser como somos (cretina, estirada y ridícula en mi caso), nos cerramos a gente que nos puede caer hasta bien, jajajaja. Cuánta gente se nos habrá cruzado y no hemos aprovechado la oportunidad de conocer, me pregunto cuando me pongo filósofa, jajajajaja. Pero esta vez el destino me ha dado una nueva oportunidad, que no pienso desaprovechar. Porque además de cretina y muy burra, no soy del todo tonta.
De ti, me quedo sin duda con dos cosas maravillosas; tienes una perra camaleónica (jajajajajaja) y has conseguido que la frase„las inclemencias del destino“ pase a los anales (jajajajajajaja) de la historia. Ay, mi cabeza!!!
Un beso, Jessi, bonita. Un beso a tu marido también, que debe ser un santo
martes, 25 de octubre de 2011
Lo Lilo
Nuestra hija es preciosa. No es que lo diga yo, que como progenitora no podría decir lo contrario. Lo es y punto (y seguido). Y como casi todas las guapas (menos su madre, jajaja), no es la gata más lista del mundo, pero oyes, la queremos igual. Además de no ser muy lista, Lilo tiene el don de la oportunidad muy atrofiado; me explico:
Resulta que en el palacete tenemos grandes ventanales situados en el jardin d'hiver (jajajaja) que dan a una terraza (que no es nuestra)... dicha terraza, da al tejado (mucho más abajo) de una casa de un solo piso. Bien, pues cuando llegamos a la residencia Czeschner/Herrón (jajajaja), nos vimos jodidos, porque claro, una cosa es que queramos mucho a la gata y otra que nos asemos de calor para que no se escape. Yo, como madre coraje (e histérica), tenía muchas pesadillas con que la gata se me fuera forever. El padre, que es mucho más listo y pragmático (pero muchísimo menos divertido, jajajaja), forró las ventanas con redes, por lo que las podíamos abrir, pero nuestra hija no se podía escapar; hasta aquí todo bien.
En Montpellier ha hecho sol hasta ayer... y una media de 28 gradazos que ya los querriais para vosotras (Gina, ya sé que tú me superas)... pero ayer, cayó la mundial. La zorra de mi gata, no tuvo a mejor que despegar una de las redes, aprovechando un descuido, y escaparse. Y claro, pues no nos dimos cuenta a los diez minutos, porque somos personas ocupadas (y mujeres de nuestra época) y nos pasamos el día trabajando (en la esquina, o en el bar, pero siempre dándolo todo).
A eso de las diez y media de la noche, decido ir a darle de cenar a mi hija... y al hacer memoria (que me cuesta) no recuerdo haberla visto en unas horas (pero si no estabas en casa, maricón, pensaréis vosotros, llenos de razón).
Lilo arriba, Lilo abajo, yo haciendo ruidos de gata para llamarla, chantajeándola con el sonido de la comida, que siempre funciona... en fin, todo muy digno, como os podéis imaginar.
Ya después de una hora, y con la que estaba cayendo, le digo a mi alemán, oye, no se nos habrá escapado? Y él, desde el sofá viendo una peli de HP (sí, Inyaki, sí) me espeta; qué va, mari, que estás paranóica (pero en su idioma, que es como más parco y mil veces más soso, también). Y entonces abro una de las ventanas y vuelvo a mi rutina de ruidos que solo entiende mi gata (lo siento, vecinos) y oigo, a lo lejos, un maullido. Raudo, veloz, patoso y preocupado, salto a la terraza y de allí (metro y medio, más mis dos de maricón) al tejado de la vecina. Y me encuentro a la pobre gata muerta de frío, mojada y medio atrapada (que no herida) bajo una especie de alambre del que no quiere/puede?/sabe? salir... Y en vez de sacarla al momento y sin pensarlo, voy y me echo a llorar sin remedio y sin fin (jajajajajajajaja).
Tuvo que venir Olaf, linterna en una mano, desesperación en la otra (viendo y oyendo el cuadro), y entre los dos capturarla y llevarla de vuelta con su familia, donde tiene que estar. Ella, una vez en casa, comió como si no hubiera un manyana y nos dedicó una cagada monumental (por grande y ruidosa) en su caja, que ella tiene una educación incuestionable, dignísima y carísima.
Me da a mí que esta gata, por muy alemana que sea, ha salido a su madre.
sábado, 1 de octubre de 2011
Así estoy yo sin ti
viernes, 23 de septiembre de 2011
For you
He tardado demasiado en escribir esta entrada; desde el cielo azul de Montpellier te pido mil disculpas. No sé si leerás este texto (de hecho, ni siquiera si sabes de la estúpida existencia de este absurdo blog), pero la deuda es mayúscula y yo intento ser buen pagador. Estamos todos de acuerdo en que soy un poco cafre y en que mis cagadas son mundialmente conocidas, pero, chicas, es que la última fue ya el acabáramos... Y como a vosotros me debo y para que esto sea un „gracias de corazón, querido amigo“ en toda regla, os pongo en antecedentes.
Llego yo, monísimo con mis (falsas) Channel de sol al aeropuerto de Palma con el fin de embarcarme hacia Barcelona, mientras arrastro, (diligente con mis patosos dos metros) mi maleta hacia el monitor para ver dónde hacer el check-in de Spanair. Vaya por delante que me pongo de mal café cada vez que huelo un aeropuerto, con lo cual imagino que miro con cara chunga hacia la pantalla y veo (con la misma cara de asco) que mi vuelo no aparece. Busco el print-out (jajajajajaja) y veo con sorpresa que el vuelo que compré es un Barcelona-Palma y no Palma-Barcelona. Fenómeno, pienso yo. Y en ese momento la cara de absurda rabiosa del principio, se convierte en una de horror sin límites y quiero gritar sin parar... Y para mejorar el cuadro, los sobacos y la calva empiezan a sudar... y sin perder esa dignidad desconocida por mí, me acerco hecho polvo al mostrador de Spanair, a punto de derramar las primeras gotas saladas... Y allí aparece DIOS. Dios es guapo y está sentado detrás de la ventanilla que le salva del mal aliento del resto de la humanidad. Dios se alegra de verme y me sonríe... yo, en ese momento no sé lo que hago (cuando me pongo nervioso hago cosas muy raras... cuando no, también), pero sé que le cuento lo que me ha pasado... y Dios, que es un cielo, me espeta:
-„Ay, cari... eres un desastre, ahora te lo arreglo.“
Nunca un „cari“ sonó tan bien desde que „cari“ existe. Y Dios, que es sabio, empieza a teclear en el ordenador (así como cien veces)... Y después Dios se pone un micro con orejera a lo Madonna, pero en vez de cantarme el „Like aVirgin“ tipo Susi (no le pega, la verdad, jajajajaja), llama a una companyera, y le dice que voy a ir por ahí. Ni cola hago para hacer el check-in, ni un euro pago por el billete nuevo... y encima „Priority Boarding (en inglés queda mucho mejor) y toda la pesca (pero sin olor a pescado).
Menos mal que había un cristal que nos separaba y que tú estabas currando, porque sino hubiera saltado dentro del mostrador, y te hubiera comido a besos.
Simplemente, gracias, Juanan; eres un amigo.
martes, 6 de septiembre de 2011
Life is a bitch, sometimes... And I am always a Drama Queen
Pues eso, que si no he escrito lately (intercalar palabras inglesas me parece el colmo del kitsch-horror con lo cual me fascina, por supuesto), es porque no estaba de humor. Agradezco vuestros correos insistiendo, pero solo puedo escribir cuando me apetece... y esta mañana, al levantarme, he leído un comentario de Chus Zamorano, y he decidido que aunque no tuviera ganas (porque la vida me ha castigado con un orzuelo que, entiendo yo que me da mucho carácter, pero que no me hace justicia porque tengo la pestaña tipo perro pachón) tenía que volver a arrancar. Y así lo he hecho.
Chicas (de ambos sexos), que estoy en Palma desde hace un par de semanas, que estoy muy bien... y que la semana que viene me volveré a Montpellier a darlo todo. Un beso a todas y si vais a ver la última de Almodóvar, llevaos el Hola!, que lo vais a necesitar como agua de mayo ( like water de May, jajajajajaja).
La que avisa no es traidora.
jueves, 4 de agosto de 2011
Cambio de sexo
Yo siempre me había negado a pertenecer a esa raza de maricones que dicen que si fueran tías serían muy putas. Y es que suelen ser (ya de por si) un grupo de zorras de cuidado presuntamente (dato incomprobable) más promíscuas que LA VENENO. Yo, que no me callo una, les miraba a la cara (con intensidad) y les espetaba (así, de un golpe y sin respirar); „más puta todavía, carinyo? Pero si has visto más culos que el asiento de un taxi., hija mía, que tienes Cum Laude en prepucios y matrícula de honor en sexo grupal. Que Durex te ha dado el premio a la mejor clienta... del siglo. Yo de verdad creo que ya vas sobrada, bonita. No seas tan inmensamente acaparadora“.
En cambio, ahora las entiendo perfectamente y me arrepiento de haber sido una víbora despiadada. Y es que el chulo heterosexual en Montpellier está mil veces más bueno que las M&M’s (momias y monstruas) que me encuentro en el ambiente. Y claro, a una, de repente le gustaría, a veces, ser mujer... pero mujer a tiempo parcial, claro... Yo solo me quiero quedar con las cosas buenas... porque paso de que mis genitales sangren una vez al mes, o de ser ninguneada en el trabajo... o de cobrar menos... o de todo ese machismo asqueroso que desgraciadamente sigue existiendo.
Yo quiero ser tía cuando a mí me apetezca... y tener el envoltorio actual (que podría ser mucho peor) el resto del tiempo. Una opción sería hacerme travesti, porque cuando te la peta eres mujer, y cuando no, hombre, pero claro con mis dos metros de maricón y estas espaldas, a ver qué chulo se atreve a sacarme a bailar una de Sergio Dalma(jajajajajaja). Por otra parte, y ahora que lo pienso el cupo de la feminidad lo tendría completamente cubierto (por razones obvias), pero me tendría que afeitar la barba... O dejármela y trabajar en un circo. Y eso sí que no, que ya hay mucha absurda a mi alrededor.
Hace poco a mi hermana le salieron unas manchas en la piel y fue al dermatólogo, que le dijo que no era nada grave. Bien, pues me han salido exactamente las mismas. No podía ser yo menos, por favor. Pues al comentárselo a mi sister, me suelta; „yo creo que lo tuyo no tiene remedio, maricón, porque esas manchas le salen a las mujeres con la edad y son debidas a ciertos cambios hormonales... o sea que yo de ti, me lo hacía mirar porque en dos días te crecen unas tetas de impresión y te enteras... Ah, y ya vas pensando cómo se lo cuentas a los papás, que yo estoy de vacaciones y paso total de tu rollo, que ya me tienes cansada.“
Kafka, here I come!
martes, 19 de julio de 2011
Sol, playa y calor... o todo lo contrario
Soy una zorra. Bueno, mejor dicho, soy una pedazo de zorra. No ejerzo a tiempo completo, pero eso no quita que sea una zorra de todos modos. Detrás de este aspecto de ninyo bueno con sonrisa angelical y siempre dispuesto a ayudar, se esconde nada menos que sor satanasa camuflada. Y es que a veces soy más mala que Aída Nizar... me explico que no me gustan las malentendidas (jajajaja); a mí, de vez en cuando, me da por reírme de las desgracias ajenas. Nunca de las graves (porque soy una zorra, no una hija de puta), pero algunas leves sí que me hacen mucha gracia... Como muestra, un resbalón. A quién no le hace gracia una buena hostia de un desconocido (si es amigo, mucho mejor) por la calle? Yo me meo. De hecho, a veces me corto de ir a levantarles del suelo, porque no me controlo, y me da mucho corte reírme en sus caras. Recuerdo una vez que eso me sucedió a mí ("eso" me hizo mucha menos gracia, por supuesto). Era verano y había obligado a mi santa madre a comprarme un conjunto de lino blanco (que iba a combinar con unas chanclas divinas que todavía tengo) para salir (bien ridícula) ese fin de semana. Bien, pues así fue... Era todavía la época en la que ir al banyo del Black Cat (ese antro llamado discoteca) era más peligroso que seguir las directrices del papa en cuanto al uso del condón. Pero claro, una tiene que mear en algún momento (sobre todo si tu apodo es Boba Esponja)... y bajé las escaleras de ese garito... y llegué a la planta de abajo (donde un váter (preciosa palabra) se había roto y había anegado el suelo)... y resbalé... y me caí con mis dos metros de maricón en ese suelo lleno de agua de color negro y olor apestoso... y el lino blanco rapido absorbió todo el charco... y eso fue un cuadro muy grande, porque además el banyo estaba situado al lado del cuarto oscuro y el batacazo no solo lo vio el 60 % de la disco, sino que también lo oyeron... Y claro, lo peor es que después, disimular es imposible (el lino se pone fatal cuando se llena de mierda, jajajajaaja)... y ligar, mucho menos (claro). Creo que desde ese día, me llaman Miss Cloaca; que es un mote precioso y me encanta.
Bueno, a lo que iba; que soy una zorra. Y es que desde ayer hace mal tiempo en Montpellier... y eso sí que me hace gracia. Es como cuando hace frío en Mallorca, o llueve en Canarias. Me descojono. Y es que me imagino esas hornadas de turistas (de los pobres), que han pillado un last minute y han pagado dos duros por ir al sol, en una habitación de 6 metros cuadrados que comparten con sus dos hijos (gordos) y su marido (que ronca y apesta). Y claro, si hace buen tiempo, pase, porque se van a la playa, donde los ninyos juegan y se queman al sol (si son holandeses se quedan rosas, como cerditos que es una cosa que me hace mucha gracia también), mientras el marido se empalma boca abajo viendo las tetas de la vecina de toalla y la senyora suenya con un futuro mejor muy lejos de su familia (que es una cosa que hacen las mujeres a menudo, según mi amiga Lo Ana).
Pero, claro, si hace malo... ahí es cuando empiezan los problemas para ellos y las risas para mí, porque me imagino a esa familia, en ese hotel infame, con esa comida infecta y ese alcohol de garrafón, metidos en esa habitación de 6 metros cuadrados durante esos días de mal tiempo y es que meo. El anyo pasado llovió durante toda la Semana Santa en Palma de Mallorca y a mi madre, (que es tan buena como yo), le hizo mucha gracia, porque las procesiones no pudieron salir... y los turistas, tampoco.
lunes, 20 de junio de 2011
Voley (playa)
La bendita alcaldesa de Montpellier quiere volverme loca... y lo está consiguiendo. In fact (qué culta soy, madreee), cada día se supera la muy perra. Su última y genial idea ha sido montar una pista de voley playa a escasos 10 metros de mi casa, en plena plaza de la Comédie... maldita la hora (el minuto y el segundo, también). Abogar por el deporte entre los jóvenes me parece un acierto de antemano, pero que eso signifique que con solo salir a la calle una banda de chulazos descamisados distraiga las obligaciones diarias estipuladas con mi alemán, se me antoja mucho peor. Bueno, vaya por delante que me parece una idea supertotal, pero a mi otro yo le parece pelín regular. Vamos, que nos tiene envueltos en una mezcla de catarsis personal, ataque de nervios y embolia de leche (ay, mamá, jajajaja) .
Y es que yo soy así. Yo, o lo doy todo, o me lo quedo para mí para siempre. Las medias tintas no son lo mío. Soy maniqueo, hedonista (hasta la médula), y perra, muy perra.
Bueno, pues resulta que los organizadores del torneo ya me conocen... y es que me ven a diario (y por supuesto no paso desapercibido); gafas de sol grandes (imprescindibles, si quieres ser alguien), pamelón (porque yo con estoy sementales me creo en Ascot), faldita corta y plisada, camisa de franela, piernas cruzadas y olé. Un cuadro, vaya.
Bromas aparte, me encanta Montpellier, porque cada semana la santa (a partir de ahora, mote para la alcaldesa), tiene una idea nueva, más divertida, más estupenda y más pornográfica que la anterior.
Con qué nos sorprenderá el lunes que viene, senyoras?
Os dejo, que tengo un compromiso en la playa (zona dunas, por supuesto).
viernes, 17 de junio de 2011
Motes van, motes vienen
Fue una noche de verano en la terraza de mi palacete alemán. Va a hacer un anyo y lo recuerdo como si fuera ayer, porque todavía me río del outcome. La inspiración que ofreció la amistad, mojada de mojitos y humeada por cigarritos de la risa fue sensacional. Seis espanyolas (sí, en femenino, aunque hubiera algúna macha ibérica) juntas, con nuestro puntillo, nos relajábamos en las hamacas, mientras mirábamos las estrellas, molestábamos a los vecinos y arreglábamos el mundo con nuestra lengua vípera y suelta. Creo que ahí fue la primera vez que conté la historia de caca champán (pasapalabra), pero no me hagáis mucho caso. A lo que iba, que ese día decidimos, en el máximo apogeo de nuestro magnífico pedo, ponernos motes. Y creo que estuvimos sembrados:
-La muelles, la collares, la muelas, la pezones, la tacones y la sincu (antes conocida como la Gollum, pero a la que se lo hemos cambiado porque llegó tarde y ya estábamos muy poco inspirados).
Hoy es el cumple de la muelles y desde aquí la felicito y le mando un beso. Que qué quiere decir su mote? Anda, chica, piensa un poco, que no es tan difícil.
Y sin embargo
Esta noche tenía una cena y no voy a poder ir y me duele mogollón. En realidad, nadie me ha invitado, pero no hace falta, porque yo sé que lo hubieran hecho si la distancia no jugara sus cartas en nuestra contra. Y aunque no esté allí de cuerpo presente (porque en ese momento esté, seguramente, teniendo un suenyo húmedo con Adil Rami, o retozando con algún basurero), si pensaré en esa cena y en las risas que me voy a perder, con gente que de verdad vale la pena . En realidad, sería una velada muy extranya, al ser una reunión de conocidos que se desconocen físicamente (creo que me estoy perdiendo), pero que de alguna manera se sienten cerca. De ellas, solo he intimado con dos, pero esa pequenya muestra me es más que suficiente... Y es que hacía tiempo que no conocía a gente tan auténtica, tan especial. Hoy, sin embargo me centraré en una, porque se lo merece y porque me da la gana:
Chus, guapa, muchas felicidades y pásalo de fábula tonight. Gracias por los ánimos y sigue dando la vara cuando me despiste y no escriba, por favor... que aunque Ana y yo te digamos que eres un conyazo, en realidad, nos encanta.
Un besazo enorme.
PD: Este texto llega dos días tarde a propósito. Nadie puede competir con lo que escribió la cabrona de la Divorciada Desquiciada.
jueves, 16 de junio de 2011
Les Dieux des Poubelles
Destaca esta semana en todas publicaciones que algo valen (si sale en las otras, lo ignoro porque yo me limito al El País, la Vanguardia, el Mundo Today y la Cuore, jajajaja) que el Valencia CB ha contratado a un dios. Como no pongo imágenes en el blog, pero me debo a mis lectoras femeninas (de los dos sexos), he decidido poneros el link. El todopoderoso se llama Adil Rami y no se puede describir con palabras, porque uno se quedaría corto (y eso sí que no). Ahí va:
http://www.youtube.com/watch?v=6O1Dl8CMoqo
Resulta una buenísima noticia para la tierra de las naranjas, de los trajes regalados y de lo Rita Barberà. Hace unos anyos (esto me lo contó mi amigo Manu, que nació en el mismo sitio que las paellas), en plena visita papal un grupo de activistas gays se hicieron unas discretas camisetas (de tirantes con chorreras ellos y de fútbol ellas, jajaja) en las que se podía leer: „Rita, el papa sabe lo tuyo?“. Todavía me descojono... y es que ser tan retrógrado, tan homófobo y tan asqueroso como lo Barberà y al mismo tiempo amar el felpudo es simplemente ridículo.
A mi amigo Inyaki, al que adoro, espero que no le importe que le robe su forma de dirigirse a esas mujeres que comparten carácter, patillas y alguna cosa más... Me explicó un día que si los sensibles somos la Danuta, la Juanita o la Josefina (que además es torera, famosa y está convaleciente por accidente de tráfico, la pobre), ellas tendrían que ser denominadas como „lo“. Así nos encontramos a lo Rosana, lo del Monte... y hasta aquí puedo leer, no vaya a ser que me meta en un lío. Y a mí me hizo mucha gracia y me lo apropié (porque soy conocidísima como lagarta y como rápida ladrona de ingenio). De estos dos grupos tendríamos que exceptuar a dos personas inclasificables y que por mucho que pienso no sé qué artículo anteponerles; Falete e Ibón. A Falete, por dimensiones obvias había pensado ponerle Los Falete (pero no me acaba de convencer en absoluto), pero... y qué hago con Ibón? A ver si me ayudáis, que con lo lagartas que sois todas, seguro que se os ocurre algo malvado y dais en el clavo, tías.
Yo en realidad hoy me había propuesto hablaros de los basureros de Montpellier, pero es que me pongo a escribir y me pierdo. Bien a lo que iba, pues que he decidido que quiero conocer y, si puede ser quitar el puesto (de un caderazo) al jefe de recursos humanos de los residuos de esta ciudad (toma glamour, tía), porque una de dos; o es marica, o es una mujer con un gusto exquisito por los sementales rollo película porno gay. No hay uno feo, chica. No hay uno delgado (gordo mucho menos, por supuesto). No hay uno que no esté forrado de músculos. Ni uno (palabrita del ninyo Jesús Gutiérrez). Y claro, mi alemán y yo, negras. Negras y cachondas perdidas, claro (un beso mámá). Pero ya los tenemos controlados por barrios (no somos nadie)... y por las tardes (no digo las horas, que sois tan putas que os plantáis en Montpellier rapidito), vamos recorriendo terrazas según sabemos, que puntuales como el de la Coca Cola Light, pasan a recoger la basura.
Y entre copa y copa, una se alegra la vista, se destroza el hígado y se vuelve a casa frotándose contra las farolas, cachonda como una perra.
miércoles, 8 de junio de 2011
Maricones de playa
En la playa más cercana a Montepellier hay un párking para vagas. He llegado a esa conclusión al pagar en varias ocasiones 4 euros (que antanyo me hubieran parecido ceniza, pero que ahora pesan como costales) y darme cuenta (a bit late) de que a 400 metros hay otro gratis, así, con dos cojones (grandes). Y claro, solo los turistas aparcamos allí, porque las francesas, aunque no lo parezca (porque disimulan de fábula), son unas ardillas y lo pillan todo al vuelo. Exceptuemos de ese grupo a las francesas gordas y a las maricas (gabachas o extranjeras, aquí no hay diferencia alguna). Los maricones conformamos una pinya de mamarrachas que aparcamos el deportivo (si puede ser descapotable, mucho mejor), donde se paga. Por lo del qué dirán („que nadie pueda pensar que somos pobres, mari“) y alegando (siempre) que cae un sol de justicia y que tenemos las piernas molidas („es que ayer me tocaba cuádriceps, cari“).
Una vez el coche aparcado en una de las primeras filas para no pasar desapercibidas (y gastados los cuatro euros, naturalmente), las maricas abrimos la puerta y nos estiramos, simulando estar entumecidos, como si hubiéramos conducido desde París, mientras la verdad es que venimos de Montpellier City Center (una marica que se precie vive en el centro SIEMPRE, aunque sea en 12 metros cuadrados y pague 900 euros.... a la semana). Y el centro está exactamente a 10 km. Bien, una vez bien marcados los músculos en la camiseta (Abercrombie and Fitch) mientras nos estiramos, como si quisiéramos marcar nuestro territorio y poderío (como animales) con nuestra hombría (jajajajaja), nos dirigimos arrastrando las chanclas (indispensables) con aire despreocupado hacia la playa. Y aquí llega el colmo de nuestra absurdidad, porque ese es el momento en el que nos quitamos la camiseta (de A&F, por dios) y nos paseamos sobre la arena mostrando pectoral (metiendo barriga y sacando picha, o culo dependiendo de los gustos de cada una) Y nos olvidamos del dolor de piernas, de que si el gym, de que si me abrasa el sol... y huímos andando varios km de playa con la excusa socorrida de la aglomeración de turistas, de ninyos, de familias con ninyos (los peores para cualquier maricón que se precie) y de gente fea (y barata en general).
Una vez satisfecha nuestra ridícula necesidad de apartarnos del mundo, llegamos a nuestro paraíso, donde posamos nuestro pareo de Hermès („es que la tolla se me llena de arena, tía“, nos quitamos el short y nos quedamos en farda huevos (nunca en bolas), porque estar moreno es un must desde hace anyos Y tener el culo blanco es absolutamente necesario y muy tendencia (sobre todo en los cuartos oscuros, jajajaja).
Ese paraíso está obligatoriamente situado en la mejor zona (a nuestro absurdo parecer); las dunas. Y es que cuando vamos a la playa, no solo vamos a tomar el sol y a banyarnos, no faltaría más. Nosotros somos multitasking hasta decir basta y hacemos un tres (o cinco) en uno. Lo que pasa en las dunas os lo cuento otro día, que escribo desde la playa y tengo cosas que hacer, jajajaja.
La pregunta del día es; y no hubiera sido mejor andar 400 metros más, ahorrarnos los 4 euros y bajar las cervecitas del fin de semana, maricones?
lunes, 6 de junio de 2011
La vida es fiesta, sometimes
Vamos a ser sinceros y decir las cosas por delante (que decirlas por detrás es de guarros y apesta):
A la gente de Montpellier le encanta una fiesta, stop; yo vivo en Montpellier, stop; a mí me gusta adaptarme (siempre), stop; y conocer las raíces y tradiciones de los pueblos con el fin de entender mejor la idiosincrasia de sus gentes (juasjuasjuasjuasjuas), full stop. Vamos, que me paso el día de fiesta en fiesta, de bar en bar y de cama en cama (un beso, mamá, jajajajajaja). Es una vergüenza, pero es así y lo voy a contar, porque me debo a vosotros y hace días que no os echo de comer: después de dos meses nos conoce todo cristo. Y cuando digo todo cristo, es todo cristo. Alguna pensará que es cuestión de suerte (algo de eso hay gracias a Jean Michel), otra más mala (se me vienen tantos nombres a la cabeza) que somos muy putas (que lo somos)... e incluso alguna gritará de rabia en la intimidad de su casa terriblemente celosa por estar sometida a una vida aburridísima mientras yo me lo paso teta (de estas entre mis lectoras hay pocas, pero alguna absurda habrá).
El fin de semana ha sido el Orgullo... y claro, nos hemos echado a la calle y lo hemos dado todo. Nosotros y media ciudad, porque a Montpellier le da igual que sean los maricones, los abuelos de más de ochenta con cataratas o las putas en huelga de celo. Si hay que salir a la calle y montar un buen chocho, pues se sale y se monta. Y si no hay que salir, se sale también. Y si se puede regar la festividad con litros de vino blanco, pues muchísimo mejor. Esa es su filosofía y desde hace un par de meses, también la mía.
Os dejo, que estoy muerta. Besos
miércoles, 18 de mayo de 2011
Y de repente, aparece
- Al desobedecer sus obligaciones con esta oficina, le informamos que le hemos dado de baja de la lista de parados, con lo cual (esto lo traduzco yo como quiero) que sepa que no va a ver un puto duro, monsieur.
Y claro, en ese momento, he explotado (yo, no la carta bomba). He corrido (como las locas con las manos al aire) escaleras arriba mientras maldecía al mismo demonio, llamado oficina de (des)empleo. Nota mental: manyana, en vez de ántrax, tienes una bonita granada en el buzón a punto de petar, maja.
He cogido el teléfono y le he pedido explicaciones a una senyora (por llamarle de alguna manera), que no tenía ninguna intención de dármelas. Hemos acabado, y los que me conocéis sabéis lo que quiero decir con esto, a grito pelado. Vamos, que me ha colgado el teléfono, la muy puta. O se lo he colgado yo a ella (entonces la puta sería yo...). No me acuerdo muy bien, la verdad. En fin a lo que iba, que he empezado muy mal la manyana... Y en esas Olaf me mira, con esa calma y ese pragmatismo que solo puede tener un alemán, y me dice; y por qué no vas a una oficina(donde él jamás ha estado) de esas y les pides explicaciones. Y yo (mientras me encendía un cigarro para clamar estos nervios míos); PERO SI NO SIRVEN PARA NAAAADAAA!
He acabado yendo, claro. Porque cuando se me pasa el Dani histérica, sale el razonable. Una vez en la oficina de la ZORRA del otro día, me topo con la mismísima zorra de su secretaria, la cual me hace las mismas preguntas estúpidas que la última vez... Y ahí, de repente... ha aparecido dios convertido en mujer; resulta que desde ayer han trasladado a todos los integrantes de la plantilla a otros departamentos y, oh sorpresa, dios es profesional y maja. Y atenta y agradable y a dios le caigo bien (eso se nota). Ella me cae de puta madre (por supuesto). Me ha explicado todo lo que los ineptos habían sido incapaces de aclararme, me ha dado mis claves de internet (donde tengo que fichar cada mes) y ya el acabáramos es que se ha interesado por mi dinero del paro... el resultado ha sido así como; voy a mandar un fax ahora mismo a París para acelerar tu proceso, porque así como van las cosas (de mal, se entiende), veo que no cobras hasta dentro de tres meses, majo (no me ha llamado maja, porque dios y yo no tenemos la suficiente confianza, pero tiempo al tiempo). No he besado a dios, porque me ha parecido de mal gusto, pero ella y yo sabemos que lo hubiera hecho...en repetidas ocasiones, por supuesto.
Esta tarde voy a volar con mi alemán... parece que el día va a acabar mejor de lo que empezó.
PD: Lo siento, vecinos.
martes, 17 de mayo de 2011
Las cartas y los cheques
Resulta que me han mandado ya a la quinta oficina (diferente y a tomar por saco) en un mes... las francesas se pasan la pelota y me tienen loca perdida. Yo puedo entender que no sepan qué hacer con un cuadro (jajajaja) como el mío (yo tampoco), pero lo que no me cabe en la cabeza es que no me puedan decir: no, monsieur (ellas siempre tan educadas), no sabemos cómo ayudarle. En cambio, lo que sí hacen (las muy putas) es marearme... marearme y mandarme cartas. Además de los cheques (sí, todavía pagan por cheque, las muy antiguas), a las francesas les encanta una carta amenazadora. Ejemplo
- Si no responde a ninguno de los anuncios que le hemos mandado por internet (PERO SI A ZORRA DEL OTRO DÍA ME DIJO QUE NO SE MANDABAN, QUE ME LOS TENÍA QUE BUSCAR YO!!!), le cortaremos las ayudas (EL QUÉ, PERDONA???). Tiene dos días, que lo sepa, monsieur (y dale). Muy atentamente, le directeur.
Y así, como diez en un mes... y como ya estoy cansado (estafado y sin blanca), manyana me dirigiré a la última oficina de empleo de Montpellier, a ver si allí alguien se digna a darme una solución. Deseadme suerte, tías.
PD: Vista la afluencia de visitas este verano, también estoy considerando montar un hostal de extranjis en la habitación de arriba. Bienvenue Chez Danuta!
sábado, 14 de mayo de 2011
Vanesa
Ella ha sido siempre alguien singular, especial, una buena persona, de esas que se no se encuentran todos los días. Facebook nos volvió a conectar (como con tantos otros), pero con ella, de alguna manera, el reencuentro fue intenso (como con Estela, jajajajaja), por lo menos para mí (quiero pensar que para ellas también). Sin ningún derecho (o igual con el que te da la asquerosa confianza) le pedí un favor. Y ella, rauda y veloz me lo hizo, con todo su carinyo y su profesionalidad. Vanesa y yo discrepamos políticamente, pero nos une una cosa enorme, algo que no nos cabe en el lado izquiero del pecho... :-)
Por cierto, guarra; no te perdonaré jamás que no fueses al cumple de Vio y sin embargo no te gurado rencor alguno.
Un besazo, guapa. Y muchas gracias.
viernes, 13 de mayo de 2011
(antigua entrada borrada por mis amigas de blogger, la nueva es la de abajo)
Todo empezó hace unos diez días en mi tercera visita a la oficina de desempleo cuando el senyor que me atendía me pidió el CV... al verlo me dijo que era un „cadre“ y que él no podía hacer nada por mí. Yo lo de „cadre“ lo traduje en que „era un cuadro „y le contesté que gracias, que él también; que ese corte de pelo le hacía mayor y que esa camisa no le hacía justicia. Él se rió y me explico que „cadre“ se le llamaba a las personas que han tenido a personas a su cargo y que había una oficina especial para ese tipo de profesiones. Yo le cosí a preguntas hasta que me invitó a irme, porque el guardia de seguridad decía que tenía que chapar porque su hija hacía de cisne en un ballet escolar y que si llegaba tarde su mujer le partiría las piernas y encima le tendría un mes sin follar... Y que eso sí que no (anyadió). Tanto el del paro como yo nos hicimos cargo de la situación, porque pase ir en silla de ruedas durante un tiempo, pero estar un mes sin mojar, eso sí que no. Me dio la dirección de la otra oficina, donde tratan a cuadros como el mío (jajajaajaja), y me fui. Todo muy profesional, pensé yo.
Y aquí llega el descalabro; el martes me dirijo a un polígono industrial (que sabéis que me encantan) y en la puerta de la oficina me quedo frío... de verdad hay que tocar un timbre para entrar? (Pues anda, que si fuera así en Espanya con la tasa de desempleo que tenemos, tendríamos a un par de funcionarios solo dándole al botón... Ahora que lo pienso, me voy a callar, que seguro que a alguno le gusta la idea... y según tengo entendido hay algún funcionario que no hace ni eso). En fin, que toco al timbre y suena una voz por el interfono; qué quería? Y yo; pues nada que mandan de bla, bla, bla... Y ella, suspira y suelta llena de desgana; pase. Y yo, pongo mi mejor sonrisa (esa que empleo cuando quiero gustar a alguien) y entro. Ella me regala una mueca en forma de saludo y me pide el nombre y me dice que espere. Bitch alarm, pienso yo, pero bitch del verbo de toda la vida.
Media hora después se abre una puerta y una senyora dice mi nombre. Yo me levanto, me acerco y sonrío ... ella a penas me mira. Me siento en el despacho y me dice; y bien, qué quiere? Y yo; pues un trabajo... y ella, aquí no buscamos trabajo a nadie. El trabajo se lo busca usted desde casa y viene aquí si tiene usted alguna duda. Y yo; pero no quiere ver mi CV. Y ella; no tengo interés, pero vamos a repasar su ficha (en ese momento mi Inyaki, siempre excelente, le hubiera dicho: en qué momento perdió usted la ilusión en su trabajo, senyora?). Me dice, o sea que ha trabajado usted 8 anyos en Alemania, en un trabajo fijo... y va, lo deja todo y se viene aquí. Podría por lo menos haberse traído el paro alemán... Y yo, megamosca le digo; se vé que no se ha leído usted mis dossier, porque me paga el gobierno alemán (para lista, yo, pensé)... Y ella; ah, pues entonces se quedará usted unos meses y después se volverá a Alemania (de donde jamás debió irse, quiso anyadir), donde hay una tasa de paro mucho menor que aquí. Porque que usted lo sepa, no creo yo que vaya a encontrar trabajo.
En ese momento quise cogerla del pelo, aranyarla y darle un bofetón con el bolso, pero no lo hice. Simplemente me levanté y le dije:
Normal que Francia tenga más desempleo que Alemania, teniendo en cuenta que contrata, para buscar trabajo, a gente como usted, senyora. Adiós, buenos días.
No sabéis nada...
Recapitulemos; o sea (tías), que cuando estaba en Frankfurt no venía a verme ni cristo bendito (es que estamos pelados/ es que no tenemos tiempo/ es que preferimos irnos al carajo que a esa ciudad de mierda..., se atrevió a decirme otra cabrona). Pero, amigas, cómo ha cambiado la cosa en cuanto nos hemos mudado al sur de Francia, eh, so cerdas. De repente, todas queréis venir. Y cuando digo todas, es todas. Vamos, que tenemos el verano más booked out que la sauna en domingo por la mañana cuando se cierra la disco (un beso, mamá, esto me lo han contado, yo de verdad que jamá he estado, jajajajaja).
En realidad yo esto lo digo todo de broma, porque nada me puede gustar más que una visita. Corta, pero visita de todos modos. En los próximos dos meses: Martin, Elke, Ana, Lorena, Marina & Pete, las Anas, Diego, Susi, la familia de Olaf y la mía propia... Y creo que me olvido a alguna, pero la cabeza no me da para más y he dejado soldando a mi alemán en casa (yo a veces dudo que este hombre sea maricón) y me he bajado a Chez Boris, donde hay un pase de modelos masculinos contínuo...todos los días, a cualquier hora.
Os he dicho ya que me encanta esta ciudad?
jueves, 12 de mayo de 2011
Zorras
Todo empezó hace unos diez días en mi tercera visita a la oficina de desempleo cuando el senyor que me atendía me pidió el CV... al verlo me dijo que era un „cadre“ y que él no podía hacer nada por mí. Yo lo de „cadre“ lo traduje en que „era un cuadro „y le contesté que gracias, que él también; que ese corte de pelo le hacía mayor y que esa camisa no le hacía justicia. Él se rió y me explico que „cadre“ se le llamaba a las personas que han tenido a personas a su cargo y que había una oficina especial para ese tipo de profesiones. Yo le cosí a preguntas hasta que me invitó a irme, porque el guardia de seguridad decía que tenía que chapar porque su hija hacía de cisne (cuánto danyo has hecho Portman, guapa) en un ballet escolar y que si llegaba tarde su mujer le partiría las piernas y encima le tendría un mes sin follar... Y que eso sí que no (anyadió). Tanto el del paro como yo nos hicimos cargo de la situación, porque pase ir en silla de ruedas durante un tiempo, pero estar un mes sin mojar, eso sí que no. Me dio la dirección de la otra oficina, donde tratan a cuadros como yo (jajajaajaja), y me fui. Todo muy profesional, pensé yo.
Y aquí llega el descalabro; el martes me dirijo a un polígono industrial (que sabéis que me encantan) y en la puerta de la oficina me quedo frío... de verdad hay que tocar un timbre para entrar? (Pues anda, que si fuera así en Espanya con la tasa de desempleo que tenemos, tendríamos a un par de funcionarios solo dándole al botón... Ahora que lo pienso, me voy a callar, que seguro que a alguno le gusta la idea... y según tengo entendido hay algún funcionario que no hace ni eso). En fin, que toco al timbre y suena una voz por el interfono; qué quería? Y yo; pues nada que mandan de bla, bla, bla... Y ella, suspira y suelta llena de desgana; pase. Y yo, pongo mi mejor sonrisa (esa que empleo cuando quiero gustar a alguien) y entro. Ella me regala una mueca en forma de saludo y me pide el nombre y me dice que espere. Bitch alarm, pienso yo, pero bitch del verbo bitch de toda la vida.
Media hora después se abre una puerta y una senyora dice mi nombre. Yo me levanto, me acerco y sonrío ... ella a penas me mira. Me siento en el despacho y me dice; y bien, qué quiere? Y yo; pues un trabajo... y ella, aquí no buscamos trabajo a nadie. El trabajo se lo busca usted desde casa y viene aquí si tiene usted alguna duda. Y yo; pero no quiere ver mi CV. Y ella; no tengo interés, pero vamos a repasar su ficha (en ese momento mi Inyaki, siempre excelente, le hubiera dicho: en qué momento perdió usted la ilusión en su trabajo, senyora?). Me dice, o sea que ha trabajado usted 8 anyos en Alemania, en un trabajo fijo... y va, lo deja todo y se viene aquí. Podría por lo menos haberse traído el paro alemán... Y yo, megamosca le digo; se vé que no se ha leído usted mis dossier, porque me pagan los alemanes (para lista, yo, pensé)... Y ella; ah, pues entonces se quedará usted unos meses y después se volverá a Alemania (de donde jamás debió irse, quiso anyadir pero no se atrevió), donde hay una tasa de paro mucho menor que aquí. Porque no creo yo que usted aquí vaya a encontrar trabajo.
En ese momento quise cogerla del pelo, aranyarla y darle un bofetón con el bolso (ese que mi padre adora, jajajaajaja), pero no lo hice. Simplemente me levanté y le dije (mientras ponía cara de haber olido un pedo resacoso):
Normal que Francia tenga más desempleo que Alemania, teniendo en cuenta que contrata, para buscar trabajo, a gente como usted, senyora. Adiós, buenos días.
miércoles, 11 de mayo de 2011
He vuelto...
Me explico; resulta que hace anyos, en Barcelona, me dio por tener un one night stand (vale, sí, me daba a menudo, víboras), ligué en la disco y me fui con un tío (y con un un moco de escándalo).
Bueno, pues resulta que a la manyana siguiente, al despertar, con un maravilloso sabor a rata muerta en la boca y su correspondiente y agradable martillo en la sien, veo que (y vamos por partes):
- Tengo a un pavo al lado al que no reconozco... y guapo, lo que se dice guapo, no es.
- El tío ronca (esto no lo veo, lo oigo, como es normal).
- Viendo los pósters en la pared y la decoración, vive con sus padres (en ese momento me doy cuenta de que no estoy en casa).
- Estamos encajados (no queda otra) en una cama individual... de verdad follamos aquí?
Y de repente mientras intento recordar lo que pasó la noche anterior (sin ningún éxito) y cómo salir sin hacer ruido (no brillo por mi discreción, con mis dos metros y mis 95 kg), veo el horror. El horror en forma de sábana. El horror se llama Dylan, Brenda, Brandon, Kelly... El horror de los horrores es una sábana de Sensación de vivir 90210. El horror es insuperable y he dormido en (o dentro, jajajajaja) de él. Y lo peor es que he babado mientras dormía (para variar)... y lo he hecho sobre la cara de Donna (que era sin duda la más fea), con dos cojones (bueno, con cuatro en ese momento). Maravilloso.
Creo que después de esa noche puedo decir que participé en un capítulo de 90210. Un capítulo de horror, pero un capítulo de todas formas.
miércoles, 4 de mayo de 2011
Sensación... de envejecer
Por la calle vimos una tienda de DVDs, y yo que la conozco, la agarré de la mano, fuerte, pero la muy puta (se marcó un Susi) y logró escaparse y llegar a la sección de series, que es donde ella tiene un verdadero problema. Y claro, pues que tenían una superoferta... 2 series = 40 euros... A la Juani, muy expresiva ella, se le abren los ojos como platos (y yo en ese momento ya sabía que salíamos de allí triunfando). Y me dice: "cari, si nos compramos uno cada una nos sale a 20 euros, y eso es un regalo". La miro, sonrío, me doy por perdida y acepto.
Veo la última de 24 (toda macha yo)...y por ese precio me parece aceptable. Le digo que ya estoy, ella me dice que también y nos vamos a la caja y llega el descalabro. (Esto me ha prohibido que lo cuente, pero una escritora se debe a sus lectores en los temas de vital importancia, jajajajajaja).
Me dice: dame 20 euros y tu serie y yo lo pago, cari. Y yo: no, mejor lo pago yo que tengo un billete de 50....y ella (escondiendo un poco su serie) me dice: es que me da corte... Y en es momento, le arranco de las manos su elección, ante la mirada atenta del chulazo de seguridad que nos odia desde que llegamos a la tienda (por escandalosas, seguramente). Y veo que el maricón se ha comprado 90210, Sensación de vivir... Me empiezo a descojonar y en ese momento nos toca pagar... Entonces ella, que es mucho, me dice: "chulazos, cari, melotis a todos, superpadre, Brenda y Kelly Brandon y Dylan, Peach Pit, nena, el Peach Pit!!!.". (si no entendéis esto, no pasa nada).
La cajera se despolla, yo lloro de la risa (y de la vergüenza), la Juani toda contenta con su serie y el de seguridad preguntándose por qué le había tenido que tocar el turno de mañana. Bonita estampa.
Anoche la Juani me obligó a irme a la cama a la una y media (yo me hubiera quedado), después de 7 capítulos dándolo todo. Menos mal que la que tiene un problema con las series es ella...
lunes, 2 de mayo de 2011
Los alemanes, reciclan. Segunda Parte
Creo recordar que otra de mis hermanas, "J. La Lamparón" (best nickname ever) todavía recuerda el uno de enero, día que dio nombre a su apodo y en el que hubo pelea de zorras (entre ella y la Juani). Si os aburrís algún día en Mallorca, he oído que hay una maravillosa visita guiada en la catedral de Palma que está causando furor entre las turistas que quieren aprender espanyol y pasar por cultas; manual de insultos en forma de psicofonías (por la Juani y la Lampa) y por 5 euros. Con CD sale por ocho.
A La Juani (que llega esta noche) le encantan los animales. Ella es, por supuesto, un chico. Sensible, pero chico de todos modos. Bueno, a lo que iba... que cuando le dije que Olaf se iba una semana a Alemania y que me iba a sentir pelín solo, me espetó: "claro que voy a verte, tía. Pero ya te vas enterando de dónde está el zoo". Y yo, muy digna (y borde), respondo: "Ya lo he mirado, hija... que parece que vienes a ver a los animales. Pero es que en Montpellier no hay zoo (de animales, porque de chulos hay un circo...). Y va y me suelta (entre redicha y resabida, ella): "En Montpellier hay el segundo zoo más grande de Francia, el cual además, (anyade) acaban de agrandar con un parque temático que simula la selva amazónica, y al que también me vas a llevar, por supuesto. Y tienes mucha suerte de que París esté tan lejos, guapa, porque sino acababas en la Disney dándalo todo disfrazada de Minnie Mouse con tus dos metros de maricón."
Y es que ella es así; muy maja (que viene a verme para que no esté solo), muy lista (el repaso que me ha dado con lo del zoo me ha dejado muy agotado), y sobre todo, muy hermana.
PD: La cama resiste; sigo siendo una mendiga.
miércoles, 27 de abril de 2011
Los alemanes, reciclan. Primera parte
Mi alemán decidió desde el principio que en el infierno no íbamos a comprar un somier y que dormiríamos con el colchón en el suelo, rollo hippie pero en pijo (porque vivimos en un palacete). Yo, que ya me he resignado, acepto por no discutir (por respeto a los vecinos, no a al alemán, que conste). Como los dos pasamos de los 25, no tardan en llegar las molestias... Acabamos con la espalda con una almendra garrapiñada. Entonces yo, que puedo ser tremendamente coñazo cuando me pongo (cuando no me pongo, también), le digo que por qué no vamos al infierno (sabiendo que ir le pone tó burro) y nos compramos una cama, que se me antoja esencial. Y en ese momento veo que gira el gesto y me dice que tiene una idea, pero que todavía no la tiene del todo clara en su mente. Le miro y tiemblo, pero no digo nada (otra vez por respeto a los vecinos) y decido darle dos días de tregua.
Amanece que no puede ni levantarse de la cama, yo sonrío con malicia (aun sabiendo que me toca el día de enfermera, no sexy, desgraciadamente) y vuelvo al ataque... Más pesada que una vaca en un párpado:
- Olaf, guapo (con ese tono condescendiente que suelo tomar en estas charlas y que él detesta), mira cómo estás, postrado en la cama como un señor mayor... Esto no puede seguir así. Mira, si quieres voy al infierno solo y compro yo la cama, mientras tú descansas (yo sabía que jamás de los jamases accedería a que comprara algo como eso yo solo, porque el buen gusto en muebles no es mi fuerte, que digamos), y desde su delirio por el terrible dolor (y los relajantes musculares mezclados con paracetamol), me suelta:
- Vamos a hacer una prueba (vuelvo a temblar); ¿te acuerdas de las cajas de cartón de la mudanza, me dice, y yo le digo, sí (cómo olvidarlas)... ¿Quieres que las lleve a Ikea para reciclar, le digo yo, tratando de escurrir el (o los) bulto(s)? (ocupan muchísimo sitio en el trastero, aún plegadas). Y va y me suelta; no, vamos a montar 24...Y en ese momento sí me oyeron los vecinos (lo siento)... Le digo: ¿¿¿¿¿¿Perdona???????
Como es quien es ( y porque no me quedaban más cojones), accedí. Las montamos, las pusimos boca abajo, las unimos con esparadrapo, pusimos el colchón encima y le dije a mi alemán; yo esta noche duermo en el sofá.
Él, se tiró con sus 95 kg con fuerza sobre la cama... Y esta no cedió. Lo hizo varias veces, lo que me tranquilizó (un poco). Entonces, me senté delicada y elegantemente (como si fuera una noble británica, jajajaja) sobre la cama improvisada. Aguantó casi 200 kg... (joder con los cartones, pensé yo).
Olaf se quedó dormido en el sofá (no es listo el cabrón), y yo en la cama (mientras leía) sobre cartones, como un mendiga.
domingo, 24 de abril de 2011
Ikea 2
Bueno, pues ayer se me llevaron los demonios y faltó que me saliera espuma por la boca para ser la niña del exorcista. Cuando por la mañana (07:30) tiene a bien levantarse (hay que joderse, porque no se levantaba tan pronto ni cuando trabajaba), mira por la ventana me mira a mí (yo tiemblo, temiéndome lo peor y se me sacuden las legañas de golpe) y me suelta (con media sonrisa en la cara):
-Llueve, o sea que te puedes olvidar de lo de la playa, baby (creo que me dijo, colmando el cinismo). En cambio, hace un día perfecto para ir al Ikea.
El grito lo oyeron desde Marrakesh (me lo confirmó unas horas después Gina por señales de humo. Una de las señales añadía: me has despertado, cabrona). Y es que en ese momento yo ya sabía que no había nada que hacer y que acabaría yendo sí o sí. Para los que os hayáis incorporado tarde al blog, os explico; hemos ido tres veces ya en menos de diez días. Dos veces; coche lleno, el tercer día nos lo tuvieron que llevar a casa, porque mi alemán a veces confunde su deportivo con el tráiler de la Bobby y la Jane (nuestras amigas lesbianas), que tienen la misma obsesión que Olaf con el gigante sueco, pero trasladada al Leroy Merlin. O la de mi padre con el "punto verde" (esto lo explico otro día, que lo suyo es mucho y da para 351 posts).
(Nota mental: céntrate, que te pierdes mucho cuando abres la bocaza)
Pues eso, que me puse nervioso por primera vez en la vida (recordemos que creo (firmemente) que tengo 26 años). Porque como ya he dicho, yo soy la tranquilidad personalizada. Y el cuadro tuvo que ser digno de admirar; yo en la cama (desnudo, para más señas), rasgando la colcha (de Ikea, por supuesto) con un ataque de histeria que ni la María Barranco en la peli del gazpacho (un beso, Juanjo, tengo ganas de verte, tía). Y dije cosas feas, y grité mucho y muy fuerte (sorry, vecinos). Pero es que me sabía perdida... Y cada una saca la rabia como buenamente puede (y sabe). Mi alemán, como buen teutón, es implacable. Y como haya decidido algo, te puedes dar por jodido. Por eso nos llevamos tan bien, porque yo, como buen español, soy todo lo contrario. Y si por mí fuera esto seguiría lleno de cajas. "Y es que (hablaría mi conciencia, esa a la que mi persona manipula) no hace ni un mes que nos hemos mudado, joder".
Acabamos en Ikea, por supuesto. Cuando llegamos a casa llovía de lo lindo... Descarga las mil cajas, acaba sopa perdida, súbelas a casa (todo superagradable) y si te has creído que ahí se ha acabado el infierno, estás bien equivocado, querido. Después hay que montar todo y ese es el verdadero calvario para mí, y para el resto de la sociedad, al menos que te llames Olaf y seas alemán (ver post "Ikea).
Aunque esta vez mi alemán, después de ver la que armé con la cajonera, me ha asignado una lámpara (de las de papel) y me ha asegurado que un niño de 5 años podría montarla sin posible error. Lámpara, check! Me: happy (y ocioso después del éxito). Veo a Olaf liadísimo montando una estantería y decido irme a Chez Boris (antes de que me pida que mote algo más y por supuesto sin avisar). Lilo, que me ve salir, me mira con cara de "mira que eres zorra, guapa. Y vaga... también eres muy vaga" (y es que Lilo es muy expresiva).
Pero vosotros seguro que me entendéis... Y es que tanto estrés me tiene sediento perdido.
sábado, 23 de abril de 2011
Aquí huele a...
A todo esto, os informo de que hemos agrandado la familia con: dos olivos, una higuera, un naranjo (sin Mónica) un rosal y varias hierbas muy ricas (albahaca, tomillo, perejil... Todo, menos marihuana )... Y es que mi alemán cree que no va a crecer en el "winter garden" (sí, hay que ser homosexual para tener un jardín de invierno), que es como llama él a la ex terraza ahora cubierta. De todas formas yo lo voy a intentar sí, o sí. No suelo fumar porros, porque me entra mucha hambre y zampo como si no hubiera un mañana, pero me parece un plus importante para con los invitados;
quieres beber algo, fumar hierba, o nos ponemos a follar directamente? (un beso, mamá, jajajaajajaja).
A lo que iba, que me pierdo fácilmente. Al lado de la higuera huele a caca felina... Y yo adoro a Lilo (como animal y como hija), pero no me gusta el olor de sus heces. Siempre que me pongo escatológico, recuerdo las conversaciones de los últimos meses en Nintendo con melancolía... Participaban los seis, pero sin duda los aventajados eran: Diego la pezones,(que es el tío más heterosexual que conozco, aunque hable de sí mismo en femenino), Carlos (me parte las piernas si pongo su apodo) y Rubén (la Gollum), cuando se dignaba a aparecer. Me hacían contar las historias por lo menos una vez por semana y se descojonaban a mandíbula batiente.
Yo creo que la de caca champán la he contado al menos 153 veces... a cada uno. Y es que es simplemente imbatible.
viernes, 22 de abril de 2011
El súper
Ana y Abel
La relación (no carnal, malpensadas de mierda) con Abel comenzó hace años. No recuerdo muy bien cómo Arrate y yo descubrimos su columna... Abel nos sorprendió y enganchó desde el principio, con ese estilo único y esa pluma (jajajajajajajajajajajaja) viperina... Pero lo que de verdad nos dejó atónitos fue que contestara al correo que le mandamos felicitándole por sus escritos... Y es que cierta gente pierde la educación cuando el éxito aparece. No es el caso.
Además, a través de Abel descubrí a Ana Mazuecos y su blog Divorciadas Desquiciadas... Soy fans del blog sin parar. Y de Ana, claro. Yo creo que todos tendríamos que tener una Mazuecos en nuestra vida... Pero buscaos la vuestra, que esta ya está pillada, jijiji.
La cerda de ella (bien sabe que se lo digo desde el cariño) está en Murcia, en la playa, desnuda(seguro) y espatarrada (como si la viera), dedicándose a la vida contemplativa y a la cata de vino blanco (o de lo que la dejen, vamos). Y por no hacer, no contesta ni al teléfono. Me parece muy bien, porque de vez en cuando todos necesitamos un descanso de nuestras amigas... Sobre todo si son tan intensas como yo.
Me voy a la cama que tengo cuerpo de siesta... La playa me deja agotado, tías.
Ana McZuecos Room
(Comentario a poteriori a las dos que me habéis escrito: se escribirá con "a" intercalada en vuestro pueblo, cacho de paletas.)
Hoy he estado arreglando la habitación de la McZuecos (sin "a", y con dos cojones), que es como la he bautizado. Es al igual la habitación del Capó, del y la González, de la Sánchez, de las Anas, del Arana, de la Bellafont o de la Sobrino... Es VUESTRA habitación, la chambre de la familia. El palacete is ready and expecting you, bitches!
En principio Juan llega en dos semanas, lo que me llena de alegría, porque le adoro. Y encima Olaf no está... Tiembla, Montopellier, querida. Porque Montpellier es mujer sin duda alguna... El número de chulos por metro cuadrado en esta ciudad es insuperable... Quizás, solo Gina pueda decirme lo contrario, porque he oído que donde ella vive, el escándalo es continuo, continuado, largo, gordo, duro y potente (y olé). No os voy a decir dónde es, porque sois todas unas frescas y le intentáis robar el pescado... Y eso sí que no.
Lo de Internet y teléfono en casa, tardará todavía un tiempo, porque si nada es tan fácil como parece, en Francia eso se eleva a la enésima potencia. Con lo cual, os vais a tener que esperar un poco para que os pueda aburrir con 253 llamadas al día... A cada uno. Me podría importar y ponerme triste por no oír vuestra voz, but then again, vuelvo de comer marisco en un restaurante con vistas al mar.
jueves, 21 de abril de 2011
Mi Colo
Sus echo a tós un puñao de menos.
lunes, 18 de abril de 2011
Ikea
He decidido hablaros de la eficacia alemana. Y es que señoras, llegamos el miércoles y hoy lunes, no queda una caja sin deshacer en casa. Qué cómo es posible??? Das weiss ich nicht, pero parece que estamos instalados en el palacete (ya perdí la vergüenza) desde hace un par de años. Por no haber, no hay ni rastro de las cajas de Ikea (cocina entera, varias estanterías, mesa, sofá, etc...). Acojonante, del verbo acojonar.
Yo he ayudado sin parar y estoy megaorgulloso. Monté una cajonera:
4 partes que resultaron en: dos maderas mal puestas, el panel del revés y marcas de clavos por todas partes... Pa habernos matado, señora.
Pero eso no es lo peor.. Lo peor, sin duda, es que llamé ufano a Olaf para decirle que había sido súper capaz de montarla y que estaba altamente satisfecho de mí mismo (de verdad así me sentía), y que creía que había superado mi torpeza Ikeal para siempre.
Todavía se ríe, el muy cabrón. Al ver el disparate, me dijo que mejor me dedicaba a poner la ropa en el armario (ya montado por él mismo, of course). Me lo tomé bien, porque no me quedaban más cojones. Salvó la cajonera, aunque parece que a la pobre alguien la utilizado como diana. Yo triunfé como shop girl sin parar.
Y es que no me canso de decirlo, amigas. No sabéis lo que es vivir en este cuerpo.
sábado, 16 de abril de 2011
Wi-Fi VS Uganda
Resulta que en esta preciosa ciudad, NO EXISTEN las zonas wifi. Me han contado que en algún pueblo de Uganda, tienen mejor cobertura de internet, y yo me lo he creído. Así, con dos cojones. Sin embargo, no iré a comprobarlo, porque según me han contado también, allí no aprecian mucho a los hombres sensibles (DO " Abel Arana")... Incluso pretenden que los maricones somos todos coprófagos y practicamos el fist fucking sin parar (un beso, mamá).
(Voy a centrarme, que el tema anal da mucho de sí,nunca mejor dicho jajajaja, y de so hablaremos otro día).
Bien, a lo que iba; que en Uganda serán muy brutos, pero que tienen mejor red de telecomunicaciones que en Montpellier, eso seguro. Eso es así 100%, y punto. Porque vamos, que con lo que yo soy, haya tenido que acabar en un McDonalds de un centro comercial situado en una zona industrial, clama al cielo. Y es que en el de al lado de casa, no han tenido a bien poner internet. Yo creo que lo hacen para recordarte que no eres nadie y que si quieres surfear por la cara, te vas a tener que arrastrar, o pagarte el de casa (estoy en proceso, pero tardan 2 semanas en instalarlo). Y claro, no me ha quedado otra y he tenidos que dar mi brazo a torcer... Tanto que ya no solo tengo la muñeca rota.
Si que me vean en el McDonalds ya me jode, así de normal, imaginaos si me tengo que volver poligonera para mandar unos cuantos correos.
Al lado del McDonalds había una bolera... Con eso os lo digo todo.
Chez Boris
- Olaf; tenemos que ir urgente al Carrefour, fue lo único que se me ocurrió decir.
Siesta (13 minutos), Ikea (3,5 horas por esa obsesión que padece Olaf por el gigante sueco), supermercado, media hora. Nevera llena; check! Y encima nos traen la cocina esta tarde, cuando nos dijeron que iban a tardar de 8 a 10 días (perdona?). El que nos atendió no era gay, era lo siguiente y yo creo que le gustamos. Bueno, el que nos atendió, y todo el resto de la plantilla... Me veo trabajando en Ikea, yo que no sé montar una silla si viene separada en más de dos partes.
Esta mañana, he escrito desde la cama, me he ido a luchar para conseguir que nos dieran de alta en el gas y la electricidad (gas, check. Electricidad, not yet), seguido de un tour fotográfico de la ciudad. Enfrente de casa, en la plaza han empezado dos días culturales de Cataluña. Estoy hasta el higo, y solo llevan tres horas... Los cantos y bailes regionales no son lo mío. Pero lo de las rosas rojas me encanta... Y han llenado las calles, qué alegría!
Como soy un pijo de mierda, en vez de beberme una cerveza en casa, ,me he parado en la terraza de Chez Boris, desde donde escribo.
Como se entere Olaf después de la que monté el otro día con la cuenta, me casca.
Petit dejeuner
Después del café al sol, decido volver a casa y deshacer un par de cajas. Empiezo por mi bolso (el marrón que mi padre adora, jajajaja), porque pesa un quintal. Lo primero que saco es un marco que Iñaki me dejó el último día encima de la cama. En él hay fotos de las cuatro Másqueperras (el susodicho, lo Ana, la Ana y Juan)... Y como no me gusta un drama, se me llenan los ojos de lágrimas, porque les echo rabiosamente de menos... Es lo que tiene ser familia. En el momento en el que se me va a caer el lagrimón, me acuerdo de la excelsa loca de mierda y suelto en alto: "me quise hasser la revolussionaria y me vine a Franssia; me cago en mí misma por querer cambiar". Y en vez de llorar, se me dibuja una buena sonrisa en la cara y pienso que la vida es, a veces, maravillosa.
Desequilibrado, yo? Qué va, para nada.
Allez les bleus!
Viendo que Lilo (la gata) estaba bien (como pa no estarlo), nos paramos a descansar a las tres en un parking de camiones... A mí me dio un punto de morbo y terror (es lo que tiene vivir en esta mente) que me encantó, y después de oír hacer sus ruidos a Olaf (lo que confirma que duerme, y que contaré otro día), y asegurarme de que ningún camionero venía a violarme o a robarme (y es que a mí me da morbo hasta un parking de autopista), me quedé frito. A las tres horas, ya despiertos y muertos de frío, nos pusimos de nuevo "en route"... Amanecía, frío y cielo azul... Qué más se puede pedir?
Llegamos a Montpellier a las 11:30... Olaf conduciendo mientras yo le horrorizaba cantando el imposible "Divina de la muerte" en un claro guiño a mi viaje a Madrid hace unos meses... Y a Ana. Y es que Abel, después de una noche de risas y alcohol dijo que éramos la Azúcar Moreno de la intelectualidad... Ahí queda eso.
El de la inmobiliaria llegó a las doce, como previsto... El camión de la mudanza a las doce y cuarto, media hora antes de lo acordado ( sabéis lo que significa "antes" o "puntual", aspañoles?), jajajaja.
Y fue "dit i fet", que se dice en mallorquín... A las dos y cuarto todas las cajas estaban en el apartamento (me corto y no le llamo palacete, porque tengo algo de vergüenza, de momento), la lavadora enchufada, la nevera soltando su frío polar, la gata escondida porque no entendía nada y yo, encantado de habernos conocido.
El primer día dio poco de más... Bueno... Fuimos a ver el mar desde una playa preciosa donde había un bar que copiaba las formas de los chiringuitos de las playas de Ibiza... Y sus precios. 6 euros por un botellín de cerveza... Perdona??? Vamos, que el camarero me lo tuvo que repetir tres veces... Doce euros. Pues nada, majo... Aquí ni vuelvo, ni me pido nada más en las próximas dos horas, que el sonido del mar me relaja y tú ya te has llevado la propina de la semana, cacho de cabrón. Dos horas más tarde tuvimos a bien irnos a cenar estupendamente back in Montpellier... Cassoulet de canard y cock (jajajajajajajajajajajaja) au vin.
Creo que me va a gustar esta ciudad.
Mil besos,
Dani