lunes, 20 de junio de 2011

Voley (playa)

La bendita alcaldesa de Montpellier quiere volverme loca... y lo está consiguiendo. In fact (qué culta soy, madreee), cada día se supera la muy perra. Su última y genial idea ha sido montar una pista de voley playa a escasos 10 metros de mi casa, en plena plaza de la Comédie... maldita la hora (el minuto y el segundo, también). Abogar por el deporte entre los jóvenes me parece un acierto de antemano, pero que eso signifique que con solo salir a la calle una banda de chulazos descamisados distraiga las obligaciones diarias estipuladas con mi alemán, se me antoja mucho peor. Bueno, vaya por delante que me parece una idea supertotal, pero a mi otro yo le parece pelín regular. Vamos, que nos tiene envueltos en una mezcla de catarsis personal, ataque de nervios y embolia de leche (ay, mamá, jajajaja) .

Y es que yo soy así. Yo, o lo doy todo, o me lo quedo para mí para siempre. Las medias tintas no son lo mío. Soy maniqueo, hedonista (hasta la médula), y perra, muy perra.

Bueno, pues resulta que los organizadores del torneo ya me conocen... y es que me ven a diario (y por supuesto no paso desapercibido); gafas de sol grandes (imprescindibles, si quieres ser alguien), pamelón (porque yo con estoy sementales me creo en Ascot), faldita corta y plisada, camisa de franela, piernas cruzadas y olé. Un cuadro, vaya.

Bromas aparte, me encanta Montpellier, porque cada semana la santa (a partir de ahora, mote para la alcaldesa), tiene una idea nueva, más divertida, más estupenda y más pornográfica que la anterior.

Con qué nos sorprenderá el lunes que viene, senyoras?

Os dejo, que tengo un compromiso en la playa (zona dunas, por supuesto).

viernes, 17 de junio de 2011

Motes van, motes vienen

Fue una noche de verano en la terraza de mi palacete alemán. Va a hacer un anyo y lo recuerdo como si fuera ayer, porque todavía me río del outcome. La inspiración que ofreció la amistad, mojada de mojitos y humeada por cigarritos de la risa fue sensacional. Seis espanyolas (sí, en femenino, aunque hubiera algúna macha ibérica) juntas, con nuestro puntillo, nos relajábamos en las hamacas, mientras mirábamos las estrellas, molestábamos a los vecinos y arreglábamos el mundo con nuestra lengua vípera y suelta. Creo que ahí fue la primera vez que conté la historia de caca champán (pasapalabra), pero no me hagáis mucho caso. A lo que iba, que ese día decidimos, en el máximo apogeo de nuestro magnífico pedo, ponernos motes. Y creo que estuvimos sembrados:

-La muelles, la collares, la muelas, la pezones, la tacones y la sincu (antes conocida como la Gollum, pero a la que se lo hemos cambiado porque llegó tarde y ya estábamos muy poco inspirados).

Hoy es el cumple de la muelles y desde aquí la felicito y le mando un beso. Que qué quiere decir su mote? Anda, chica, piensa un poco, que no es tan difícil.

Y sin embargo

Esta noche tenía una cena y no voy a poder ir y me duele mogollón. En realidad, nadie me ha invitado, pero no hace falta, porque yo sé que lo hubieran hecho si la distancia no jugara sus cartas en nuestra contra. Y aunque no esté allí de cuerpo presente (porque en ese momento esté, seguramente, teniendo un suenyo húmedo con Adil Rami, o retozando con algún basurero), si pensaré en esa cena y en las risas que me voy a perder, con gente que de verdad vale la pena . En realidad, sería una velada muy extranya, al ser una reunión de conocidos que se desconocen físicamente (creo que me estoy perdiendo), pero que de alguna manera se sienten cerca. De ellas, solo he intimado con dos, pero esa pequenya muestra me es más que suficiente... Y es que hacía tiempo que no conocía a gente tan auténtica, tan especial. Hoy, sin embargo me centraré en una, porque se lo merece y porque me da la gana:

Chus, guapa, muchas felicidades y pásalo de fábula tonight. Gracias por los ánimos y sigue dando la vara cuando me despiste y no escriba, por favor... que aunque Ana y yo te digamos que eres un conyazo, en realidad, nos encanta.

Un besazo enorme.

PD: Este texto llega dos días tarde a propósito. Nadie puede competir con lo que escribió la cabrona de la Divorciada Desquiciada.

jueves, 16 de junio de 2011

Les Dieux des Poubelles

Destaca esta semana en todas publicaciones que algo valen (si sale en las otras, lo ignoro porque yo me limito al El País, la Vanguardia, el Mundo Today y la Cuore, jajajaja) que el Valencia CB ha contratado a un dios. Como no pongo imágenes en el blog, pero me debo a mis lectoras femeninas (de los dos sexos), he decidido poneros el link. El todopoderoso se llama Adil Rami y no se puede describir con palabras, porque uno se quedaría corto (y eso sí que no). Ahí va:

http://www.youtube.com/watch?v=6O1Dl8CMoqo

Resulta una buenísima noticia para la tierra de las naranjas, de los trajes regalados y de lo Rita Barberà. Hace unos anyos (esto me lo contó mi amigo Manu, que nació en el mismo sitio que las paellas), en plena visita papal un grupo de activistas gays se hicieron unas discretas camisetas (de tirantes con chorreras ellos y de fútbol ellas, jajaja) en las que se podía leer: „Rita, el papa sabe lo tuyo?“. Todavía me descojono... y es que ser tan retrógrado, tan homófobo y tan asqueroso como lo Barberà y al mismo tiempo amar el felpudo es simplemente ridículo.

A mi amigo Inyaki, al que adoro, espero que no le importe que le robe su forma de dirigirse a esas mujeres que comparten carácter, patillas y alguna cosa más... Me explicó un día que si los sensibles somos la Danuta, la Juanita o la Josefina (que además es torera, famosa y está convaleciente por accidente de tráfico, la pobre), ellas tendrían que ser denominadas como „lo“. Así nos encontramos a lo Rosana, lo del Monte... y hasta aquí puedo leer, no vaya a ser que me meta en un lío. Y a mí me hizo mucha gracia y me lo apropié (porque soy conocidísima como lagarta y como rápida ladrona de ingenio). De estos dos grupos tendríamos que exceptuar a dos personas inclasificables y que por mucho que pienso no sé qué artículo anteponerles; Falete e Ibón. A Falete, por dimensiones obvias había pensado ponerle Los Falete (pero no me acaba de convencer en absoluto), pero... y qué hago con Ibón? A ver si me ayudáis, que con lo lagartas que sois todas, seguro que se os ocurre algo malvado y dais en el clavo, tías.

Yo en realidad hoy me había propuesto hablaros de los basureros de Montpellier, pero es que me pongo a escribir y me pierdo. Bien a lo que iba, pues que he decidido que quiero conocer y, si puede ser quitar el puesto (de un caderazo) al jefe de recursos humanos de los residuos de esta ciudad (toma glamour, tía), porque una de dos; o es marica, o es una mujer con un gusto exquisito por los sementales rollo película porno gay. No hay uno feo, chica. No hay uno delgado (gordo mucho menos, por supuesto). No hay uno que no esté forrado de músculos. Ni uno (palabrita del ninyo Jesús Gutiérrez). Y claro, mi alemán y yo, negras. Negras y cachondas perdidas, claro (un beso mámá). Pero ya los tenemos controlados por barrios (no somos nadie)... y por las tardes (no digo las horas, que sois tan putas que os plantáis en Montpellier rapidito), vamos recorriendo terrazas según sabemos, que puntuales como el de la Coca Cola Light, pasan a recoger la basura.

Y entre copa y copa, una se alegra la vista, se destroza el hígado y se vuelve a casa frotándose contra las farolas, cachonda como una perra.

miércoles, 8 de junio de 2011

Maricones de playa

En la playa más cercana a Montepellier hay un párking para vagas. He llegado a esa conclusión al pagar en varias ocasiones 4 euros (que antanyo me hubieran parecido ceniza, pero que ahora pesan como costales) y darme cuenta (a bit late) de que a 400 metros hay otro gratis, así, con dos cojones (grandes). Y claro, solo los turistas aparcamos allí, porque las francesas, aunque no lo parezca (porque disimulan de fábula), son unas ardillas y lo pillan todo al vuelo. Exceptuemos de ese grupo a las francesas gordas y a las maricas (gabachas o extranjeras, aquí no hay diferencia alguna). Los maricones conformamos una pinya de mamarrachas que aparcamos el deportivo (si puede ser descapotable, mucho mejor), donde se paga. Por lo del qué dirán („que nadie pueda pensar que somos pobres, mari“) y alegando (siempre) que cae un sol de justicia y que tenemos las piernas molidas („es que ayer me tocaba cuádriceps, cari“).

Una vez el coche aparcado en una de las primeras filas para no pasar desapercibidas (y gastados los cuatro euros, naturalmente), las maricas abrimos la puerta y nos estiramos, simulando estar entumecidos, como si hubiéramos conducido desde París, mientras la verdad es que venimos de Montpellier City Center (una marica que se precie vive en el centro SIEMPRE, aunque sea en 12 metros cuadrados y pague 900 euros.... a la semana). Y el centro está exactamente a 10 km. Bien, una vez bien marcados los músculos en la camiseta (Abercrombie and Fitch) mientras nos estiramos, como si quisiéramos marcar nuestro territorio y poderío (como animales) con nuestra hombría (jajajajaja), nos dirigimos arrastrando las chanclas (indispensables) con aire despreocupado hacia la playa. Y aquí llega el colmo de nuestra absurdidad, porque ese es el momento en el que nos quitamos la camiseta (de A&F, por dios) y nos paseamos sobre la arena mostrando pectoral (metiendo barriga y sacando picha, o culo dependiendo de los gustos de cada una) Y nos olvidamos del dolor de piernas, de que si el gym, de que si me abrasa el sol... y huímos andando varios km de playa con la excusa socorrida de la aglomeración de turistas, de ninyos, de familias con ninyos (los peores para cualquier maricón que se precie) y de gente fea (y barata en general).

Una vez satisfecha nuestra ridícula necesidad de apartarnos del mundo, llegamos a nuestro paraíso, donde posamos nuestro pareo de Hermès („es que la tolla se me llena de arena, tía“, nos quitamos el short y nos quedamos en farda huevos (nunca en bolas), porque estar moreno es un must desde hace anyos Y tener el culo blanco es absolutamente necesario y muy tendencia (sobre todo en los cuartos oscuros, jajajaja).

Ese paraíso está obligatoriamente situado en la mejor zona (a nuestro absurdo parecer); las dunas. Y es que cuando vamos a la playa, no solo vamos a tomar el sol y a banyarnos, no faltaría más. Nosotros somos multitasking hasta decir basta y hacemos un tres (o cinco) en uno. Lo que pasa en las dunas os lo cuento otro día, que escribo desde la playa y tengo cosas que hacer, jajajaja.

La pregunta del día es; y no hubiera sido mejor andar 400 metros más, ahorrarnos los 4 euros y bajar las cervecitas del fin de semana, maricones?

lunes, 6 de junio de 2011

La vida es fiesta, sometimes

Vamos a ser sinceros y decir las cosas por delante (que decirlas por detrás es de guarros y apesta):

A la gente de Montpellier le encanta una fiesta, stop; yo vivo en Montpellier, stop; a mí me gusta adaptarme (siempre), stop; y conocer las raíces y tradiciones de los pueblos con el fin de entender mejor la idiosincrasia de sus gentes (juasjuasjuasjuasjuas), full stop. Vamos, que me paso el día de fiesta en fiesta, de bar en bar y de cama en cama (un beso, mamá, jajajajajaja). Es una vergüenza, pero es así y lo voy a contar, porque me debo a vosotros y hace días que no os echo de comer: después de dos meses nos conoce todo cristo. Y cuando digo todo cristo, es todo cristo. Alguna pensará que es cuestión de suerte (algo de eso hay gracias a Jean Michel), otra más mala (se me vienen tantos nombres a la cabeza) que somos muy putas (que lo somos)... e incluso alguna gritará de rabia en la intimidad de su casa terriblemente celosa por estar sometida a una vida aburridísima mientras yo me lo paso teta (de estas entre mis lectoras hay pocas, pero alguna absurda habrá).

El fin de semana ha sido el Orgullo... y claro, nos hemos echado a la calle y lo hemos dado todo. Nosotros y media ciudad, porque a Montpellier le da igual que sean los maricones, los abuelos de más de ochenta con cataratas o las putas en huelga de celo. Si hay que salir a la calle y montar un buen chocho, pues se sale y se monta. Y si no hay que salir, se sale también. Y si se puede regar la festividad con litros de vino blanco, pues muchísimo mejor. Esa es su filosofía y desde hace un par de meses, también la mía.

Os dejo, que estoy muerta. Besos