viernes, 17 de junio de 2011

Motes van, motes vienen

Fue una noche de verano en la terraza de mi palacete alemán. Va a hacer un anyo y lo recuerdo como si fuera ayer, porque todavía me río del outcome. La inspiración que ofreció la amistad, mojada de mojitos y humeada por cigarritos de la risa fue sensacional. Seis espanyolas (sí, en femenino, aunque hubiera algúna macha ibérica) juntas, con nuestro puntillo, nos relajábamos en las hamacas, mientras mirábamos las estrellas, molestábamos a los vecinos y arreglábamos el mundo con nuestra lengua vípera y suelta. Creo que ahí fue la primera vez que conté la historia de caca champán (pasapalabra), pero no me hagáis mucho caso. A lo que iba, que ese día decidimos, en el máximo apogeo de nuestro magnífico pedo, ponernos motes. Y creo que estuvimos sembrados:

-La muelles, la collares, la muelas, la pezones, la tacones y la sincu (antes conocida como la Gollum, pero a la que se lo hemos cambiado porque llegó tarde y ya estábamos muy poco inspirados).

Hoy es el cumple de la muelles y desde aquí la felicito y le mando un beso. Que qué quiere decir su mote? Anda, chica, piensa un poco, que no es tan difícil.

1 comentario:

  1. A mí todavía me tenéis que explicar de dónde sale mi mote, cabrones! LOL

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