viernes, 13 de mayo de 2011

(antigua entrada borrada por mis amigas de blogger, la nueva es la de abajo)

Acabo de empezar mi búsqueda de empleo y ya estoy peleado con media plantilla de funcionarios de Montpellier. Así, con dos cojones, haciendo amigos incluso antes de empezar. Y es que he topado con una zorra... bueno, mejor dicho, con una zorra y con la zorra de su secretaria... yo esto ahora lo cuento mucho más relajado, porque pasó el martes y estoy más tranquilo, pero lo viví como una auténtica tragedia... (lo que te gusta un drama, bonita, anyadiría aquí mi Inyaki).
Todo empezó hace unos diez días en mi tercera visita a la oficina de desempleo cuando el senyor que me atendía me pidió el CV... al verlo me dijo que era un „cadre“ y que él no podía hacer nada por mí. Yo lo de „cadre“ lo traduje en que „era un cuadro „y le contesté que gracias, que él también; que ese corte de pelo le hacía mayor y que esa camisa no le hacía justicia. Él se rió y me explico que „cadre“ se le llamaba a las personas que han tenido a personas a su cargo y que había una oficina especial para ese tipo de profesiones. Yo le cosí a preguntas hasta que me invitó a irme, porque el guardia de seguridad decía que tenía que chapar porque su hija hacía de cisne en un ballet escolar y que si llegaba tarde su mujer le partiría las piernas y encima le tendría un mes sin follar... Y que eso sí que no (anyadió). Tanto el del paro como yo nos hicimos cargo de la situación, porque pase ir en silla de ruedas durante un tiempo, pero estar un mes sin mojar, eso sí que no. Me dio la dirección de la otra oficina, donde tratan a cuadros como el mío (jajajaajaja), y me fui. Todo muy profesional, pensé yo.
Y aquí llega el descalabro; el martes me dirijo a un polígono industrial (que sabéis que me encantan) y en la puerta de la oficina me quedo frío... de verdad hay que tocar un timbre para entrar? (Pues anda, que si fuera así en Espanya con la tasa de desempleo que tenemos, tendríamos a un par de funcionarios solo dándole al botón... Ahora que lo pienso, me voy a callar, que seguro que a alguno le gusta la idea... y según tengo entendido hay algún funcionario que no hace ni eso). En fin, que toco al timbre y suena una voz por el interfono; qué quería? Y yo; pues nada que mandan de bla, bla, bla... Y ella, suspira y suelta llena de desgana; pase. Y yo, pongo mi mejor sonrisa (esa que empleo cuando quiero gustar a alguien) y entro. Ella me regala una mueca en forma de saludo y me pide el nombre y me dice que espere. Bitch alarm, pienso yo, pero bitch del verbo de toda la vida.
Media hora después se abre una puerta y una senyora dice mi nombre. Yo me levanto, me acerco y sonrío ... ella a penas me mira. Me siento en el despacho y me dice; y bien, qué quiere? Y yo; pues un trabajo... y ella, aquí no buscamos trabajo a nadie. El trabajo se lo busca usted desde casa y viene aquí si tiene usted alguna duda. Y yo; pero no quiere ver mi CV. Y ella; no tengo interés, pero vamos a repasar su ficha (en ese momento mi Inyaki, siempre excelente, le hubiera dicho: en qué momento perdió usted la ilusión en su trabajo, senyora?). Me dice, o sea que ha trabajado usted 8 anyos en Alemania, en un trabajo fijo... y va, lo deja todo y se viene aquí. Podría por lo menos haberse traído el paro alemán... Y yo, megamosca le digo; se vé que no se ha leído usted mis dossier, porque me paga el gobierno alemán (para lista, yo, pensé)... Y ella; ah, pues entonces se quedará usted unos meses y después se volverá a Alemania (de donde jamás debió irse, quiso anyadir), donde hay una tasa de paro mucho menor que aquí. Porque que usted lo sepa, no creo yo que vaya a encontrar trabajo.
En ese momento quise cogerla del pelo, aranyarla y darle un bofetón con el bolso, pero no lo hice. Simplemente me levanté y le dije:
Normal que Francia tenga más desempleo que Alemania, teniendo en cuenta que contrata, para buscar trabajo, a gente como usted, senyora. Adiós, buenos días.

No hay comentarios:

Publicar un comentario