jueves, 4 de agosto de 2011

Cambio de sexo

Yo siempre me había negado a pertenecer a esa raza de maricones que dicen que si fueran tías serían muy putas. Y es que suelen ser (ya de por si) un grupo de zorras de cuidado presuntamente (dato incomprobable) más promíscuas que LA VENENO. Yo, que no me callo una, les miraba a la cara (con intensidad) y les espetaba (así, de un golpe y sin respirar); „más puta todavía, carinyo? Pero si has visto más culos que el asiento de un taxi., hija mía, que tienes Cum Laude en prepucios y matrícula de honor en sexo grupal. Que Durex te ha dado el premio a la mejor clienta... del siglo. Yo de verdad creo que ya vas sobrada, bonita. No seas tan inmensamente acaparadora“.

En cambio, ahora las entiendo perfectamente y me arrepiento de haber sido una víbora despiadada. Y es que el chulo heterosexual en Montpellier está mil veces más bueno que las M&M’s (momias y monstruas) que me encuentro en el ambiente. Y claro, a una, de repente le gustaría, a veces, ser mujer... pero mujer a tiempo parcial, claro... Yo solo me quiero quedar con las cosas buenas... porque paso de que mis genitales sangren una vez al mes, o de ser ninguneada en el trabajo... o de cobrar menos... o de todo ese machismo asqueroso que desgraciadamente sigue existiendo.

Yo quiero ser tía cuando a mí me apetezca... y tener el envoltorio actual (que podría ser mucho peor) el resto del tiempo. Una opción sería hacerme travesti, porque cuando te la peta eres mujer, y cuando no, hombre, pero claro con mis dos metros de maricón y estas espaldas, a ver qué chulo se atreve a sacarme a bailar una de Sergio Dalma(jajajajajaja). Por otra parte, y ahora que lo pienso el cupo de la feminidad lo tendría completamente cubierto (por razones obvias), pero me tendría que afeitar la barba... O dejármela y trabajar en un circo. Y eso sí que no, que ya hay mucha absurda a mi alrededor.

Hace poco a mi hermana le salieron unas manchas en la piel y fue al dermatólogo, que le dijo que no era nada grave. Bien, pues me han salido exactamente las mismas. No podía ser yo menos, por favor. Pues al comentárselo a mi sister, me suelta; „yo creo que lo tuyo no tiene remedio, maricón, porque esas manchas le salen a las mujeres con la edad y son debidas a ciertos cambios hormonales... o sea que yo de ti, me lo hacía mirar porque en dos días te crecen unas tetas de impresión y te enteras... Ah, y ya vas pensando cómo se lo cuentas a los papás, que yo estoy de vacaciones y paso total de tu rollo, que ya me tienes cansada.“

Kafka, here I come!